A diario hay muertos relacionados con el crimen organizado que en muchas ocasiones ya ni estremecen a las redacciones comandadas por los jefes de información, más allá de este fenómeno que sin duda trasgrede la libertad del país, se ha dado el de los niños del narcotráfico ya sea porque son directamente relacionados a los capos o porque conviven a diario con las ejecuciones, balaceras y con este mal que lacera al futuro de México.
Son cada vez más las entidades que establecen un protocolo de protección en las escuelas para actuar en casos de situaciones de peligro entre ellas los tiroteos, es el caso de Nuevo Léon, Guerrero y Michoacán, si bien es prioridad resguardar la integridad de todos los infantes que hay de la idea de futuro o simplemente del contexto psicológico al que se debe enfrentar, de eso se ha dicho muy poco.
Un estudio hecho por organizaciones sociales demuestra que la niñez de Ciudad Juárez, una de las ciudades más afectada por el crimen organizado, ha cambiado radicalmente y lejos de idealizar en su futuro próximo el ser una princesa o el último vaquero de la película infantil, ahora quieren ser narcotraficantes o las mujeres de estas, como diría uno de los niños entrevistados: "más vale vivir poco pero con billete, que llegar a los 60 y sin dinero como mi abuelo".
Pero qué futuro se puede esperar, cuando es la propia Secretaría de Educación Pública quien reconoce que 7 millones de niños no tienen acceso a educación ni a un empleo formal y cuando la Secretaría de Salud detalla que es la primera infancia, es decir desde que se nace hasta los ocho años, lo que formará la mayor parte del carácter y aspiraciones de un individuo...
Hoy, sólo me pregunto para dónde va el futuro y qué labor debemos impulsar desde la trinchera de los reporteros...
No se ha dicho nada porque no se conoce nada del fenómeno, sólo especulaciones y declaraciones sin pruebas feacientes. El hecho comprobado de la participación directa de la infancia en el narcotráfico son aquellos infantes utilizados por el narcomenudeo, niños de 9 años dedicados a realizar las ventas "hormiga" y que los códigos penales del país no pueden tocar. El resto es sólo daño colateral de un fenomeno que afecta a todas las capas sociales con distinta intensidad dependiendo de la zona geográfica de la que se haga referenca. Por otra parte, si bien es cierta la vinculación entre la falta de oportunidades, como los 7 millones de niños sin acceso a educación y empleo, sería muy aventurado asegurar que, como pase automático se integran a la delincuancia, ya no organizada, simple y sencillamente delincuencia, simplificarlo de esa manera es desnaturalizar la atención que por el simple hecho de estar en esa condición deben tener por parte de las autoridades que componen el andamiaje institucional del Estado Mexicano... Por lo demás buen artículo.
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